Cuando se produce una subida excesiva de las temperaturas, se puede sufrir un golpe de calor, una situación que puede acontecer grave. Las temperaturas muy extremas y el exceso de calor producen una pérdida de líquidos y de sales minerales que son necesarios para nuestro organismo. Este hecho puede agravar una enfermedad crónica o provocar deshidratación y agotamiento. Para evitar estos riesgos, sigan estos consejos.
En casa: Controlen la temperatura
Durante el día, cierren las persianas de las ventanas donde da el sol.
Por la noche, abran las ventanas de casa para refrescarla.
Estén en los aposentos más frescos.
Recurran a algún tipo de climatización (ventiladores, aire acondicionado). Si no tienen, intenten pasar como mínimo dos horas al día en lugares climatizados (centros comerciales, cines, etc.).
Intenten refrescarse a menudo con duchas, toallas mojadas con agua, etc.
Beban agua fresca de forma regular aunque no tengan sed.
Si tienen animales de compañía, intenten que no se estén al sol e hidrátenlos.
En la calle: Eviten el sol directo
Lleven una gorra o un sombrero.
Vistan ropa ligera (algodón), de colores claros y que no sea ajustada.
Intenten andar por la sombra, estar bajo un parasol cuando estén en la playa y descansen en lugares frescos de la calle o en espacios cerrados que estén climatizados.
Lleven agua y beban a menudo.
Mójense un poco la cara e incluso la ropa si tienen mucho calor.
Eviten salir a las horas de más calor y las actividades físicas intensas.
En el coche
Eviten viajar en coche durante las horas de más calor; lleven siempre líquidos para hidratarse.
No dejen nunca a los niños ni a las personas especialmente vulnerables en el interior del vehículo con las ventanas cerradas. Tampoco pueden dejar dentro del coche con las ventanas cerradas a los animales de compañía.
Cuando hagan un viaje largo, paren periódicamente para descansar y refrescarse.
Presten especial atención a los cambios repentinos de temperatura que se produzcan al entrar y salir del vehículo.
En las comidas
Elaboren comidas ligeras, eviten las comidas muy calientes y las que aportan muchas calorías (salsas, fritos, rebozados).
Consuman alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas); les ayudarán a recuperar las sales minerales perdidas por el sudor.
Beban mucha agua y zumos de fruta a lo largo del día, aunque no tengan sed.
No consuman bebidas alcohólicas.
Ayuden a los demás
Si conocen a gente mayor o enferma que vive sola
Intenten visitarlos una vez al día.
Ayúdenles a seguir estos consejos.
Si toman medicación, revisen con su médico si ésta puede influir en la termorregulación y si se tiene que ajustar o cambiar.
Si encuentran a alguna persona bajo los efectos de la deshidratación
Avisen urgentemente a los servicios médicos o llamen al 112.
Trasládenla a un lugar más fresco.
Denle agua, mójenla y abaníquenla, hasta que lleguen los profesionales de la salud.