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Económicos y fáciles de conservar, existen muchísimas variedades de cada tipo de legumbre, con tamaños, texturas y gustos diferentes y a menudo están ligadas a territorios concretos: lenteja pardina, lenteja caviar, lenteja roja, lenteja castellana, lenteja amarilla, lenteja verdina, judía seca blanca redonda, judía seca blanca riñón, judía seca arrasina, judía seca pinta, judía seca caparrona, garbanzo kabuli,  garbanzo castellano, garbanzo lechoso, etc.

En Cataluña se produce mucha variedad, como el fierro de Santa Pau (Garrotxa), el fierro del ojo rubio (Pla de l'Estany i Empordà), la judía de Castellfollit del Boix (Bages), la judía de Collsacabra (Osona), la judía del ganxet del Vallès, el garbanzo de Oristà (Osona), el garbanzo de L'Alta Anoia, el guisante garrofal de Llavaneres, el guisante negro de El Berguedà y la algarroba de El Baix Penedès,  El Baix Camp, el Tarragonès, el Baix Ebre y el Montsià, entre otros.

¿Por qué es bueno comer legumbres?

Beneficios de las legumbres:

1. Elevado contenido en fibra que facilita el tránsito intestinal y proporciona una sensación de saciedad. 
2. Ayuda a disminuir el colesterol, los triglicéridos, algunos tipos de cáncer y promueve la salud cardiovascular.
3. Sin gluten, son un alimento apto para las personas con enfermedad celíaca.
4. Alto contenido en fibra, tienen un papel importante en el control de las patologías asociadas a la digestión, la absorción de azúcares y grasas.
5. Proteínas, hidratos de carbono, fibra, vitaminas del grupo B, minerales, antioxidantes, compuestos bioactivos como las isoflavonas o esteroles vegetales.

Las legumbres en seco se pueden guardar hasta un año, y una vez cocinadas, pueden mantenerse 2-3 días en la nevera o congelarse en bolsas pequeñas durante algunos meses. La recomendación es consumir más de 4 raciones de legumbres a la semana. 

El consumo de legumbres puede generar flatulencias, ya que contienen fibras indigeribles que, al llegar al colon, son fermentadas por las bacterias. Sin embargo, el organismo se va adaptando al aumento de su consumo y cada vez, las fibras serán mejor toleradas y generarán, por tanto, menos gases.

¿Cómo reducir los gases?

1. Remojar las legumbres durante 6-12 horas para que liberen las fibras
2. Cocinar bien las legumbres
3. Añadir vinagre de manzana al agua de la cocción
4. Condimentar con jengibre o con especies que ayuden en la digestión
5. Germinarlos

Los garbanzos, las judías y las habas son las legumbres que producen más gases, en cambio, las lentejas y los guisantes son los menos flatulentos.