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Ante la situación de emergencia social y sanitaria originada con la crisis migratoria del mediterráneo, el Clínico y San Juan de Dios crearon S.O.S. Refugiados, un programa de ayuda humanitaria con el objetivo de enviar personal sanitario para asistir a los refugiados que se encuentran atrapados en Grecia. En febrero, CAPSBE se sumó al proyecto, enviando equipos de médicos y enfermería a los campos.

El programa ya ha completado su primer año y los tres centros han hecho balance de su la actividad.

Un total de 47 profesionales sanitarios han podido atender los migrantes a través de S.O.S. Refugiados. Entre ellos, enfermeras y médicos especialistas en pediatría, psiquiatría, medicina familiar y comunitaria, oftalmología, medicina preventiva, anestesiología, obstetricia y neumología. Y se calcula que se ha podido cubrir las necesidades de salud básicas de unas 12.000 personas, buena parte de las cuales son niños.

Durante este año los profesionales sanitarios han llevado a cabo acciones de todo tipos, a pesar de que la salud mental, pediatría, obstetricia, cronicidad y atención primaria han sido los pilares del programa.

Los profesionales han estado prestando asistencia sanitaria a los refugiados de las islas de Quios, Kos y Lesbos, así como a la zona de Tesalónica. La actuación del personal sanitario se ha llevado a cabo bajo el paraguas de Women and Health Alliance International (WAHA), la ONG con la cual se firmó un convenio para que el personal sanitario pudiera llevar a cabo su trabajo sobre el terreno.

Este primer año no ha sido fácil. Los médicos y enfermeras se han encontrado con dificultades idiomáticas, con problemas de coordinación entre las ONGs y con el hecho que las necesidades de los refugiados no eran solo sanitarias. Aun así, han podido desarrollar su tarea con el agradecimiento de la población refugiada.

Educación sanitaria, un programa de salud mental y estudio de salud de los niños refugiados.

Durante sus estancias a los campos, los profesionales del CAPSBE detectaron graves carencias en educación sanitaria por el que concierne, entre otros, a la higiene bucodental y a la información sobre salud sexual y reproductiva. Es por este motivo que propusieron y desarrollaon talleres en este ámbito de forma conjunta tanto con WAHA como con otras ONGs, como Save the Children.

Los profesionales del Hospital Clínic detectaron la necesidad de implementar un programa de salud mental con el objetivo de poner en marcha una consulta psiquiátrica que ofreciera una atención personalizada en un entorno de confidencialidad.

Se ha prestado ayuda psicológica y psiquiátrica tanto a refugiados como trabajadores humanitarios. En el caso de los refugiados, se han atendido tanto a personas que han tenido que interrumpir su tratamiento psiquiátrico a causa del conflicto que los ha obligado migrar como aquellas que se han visto afectadas por un trauma psicológico. Por otro lado, los profesionales han podido constatar que muchos refugiados sufren un progresivo deterioro de su salud mental, resultado de un proceso acumulativo de varias situaciones traumáticas que han interiorizado y que los lleva, en muchos casos, a un estado de desesperación.

Por otro lado, los cooperantes del Hospital San Juan de Dios han llevado a cabo un estudio nutricional de la población infantil refugiada en Quios. Los resultados muestran que un alto porcentaje de niños están desnutridos y no tienen acceso a un tratamiento nutricional. Esta situación de crisis alimentaria se denunció a ACNHUR y UNICEF y han conseguido que estas organizaciones hayan puesto en marcha un programa urgente para solucionar esta situación.

S.O.S. Refugiados es una realidad gracias a las aportaciones altruistas de los trabajadores y de los pacientes de los tres centros, así como al apoyo recibido de la Fundación Aurea, Vueling y la Barcelona Magic Line.